Galería

Los poetas alzaron su voz para ayudar a los movimientos revolucionarios que hace treinta, cincuenta años, germinaron. La revolución inspiró a decenas de poetas, que con sus versos apoyaron la caída del dictador ebrio de éxito. Luego vino la revolución número diez, quedó la épica de la habitación de Mallarme, la lucha guerrillera, hilos púrpura en las calles. Ahí estaban los poetas para mover a la gente, para hinchar sus velas. 

La idea del compromiso inerme, no silente.